Una ladrona, una tejesombras, una decepción para su familia, sí.
Sin embargo, alguien ha matado al hombre más poderoso de Lydos, que casualmente también es el padre de Tulio, su primer amor.
Y TODOS LOS DEDOS LA SEÑALAN A ELLA.
La única salida que le queda es aceptar la ayuda de la tripulación del Buen Padre, el barco-teatro amarrado en el barrio del Errante, sin saber que son mucho más que una simple compañía de artistas y saltimbanquis.